lunes, 30 de marzo de 2015

Andalucía 2015: Primer combate electoral

El pasado domingo se dio inicio a la contienda política que va a decidir el futuro de España. Este intenso año electoral arrancó en el sur con la votación al Parlamento de Andalucía, punto de referencia para comenzar a averiguar las intenciones de la ciudadanía. Aunque todavía es pronto y a sabiendas de que en cada región se siguen unas determinadas tendencias de voto, vamos a estudiar los resultados, causas y efectos de lo que ha deparado la primera batalla en las urnas. Pasemos a ello.

Tras el adelanto electoral decretado por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, los partidos políticos se precipitaron en una carrera contrarreloj. El desgaste e inestabilidad del gobierno constituido en 2012 entre PSOE e IU, unido a la que podría ser una estrategia de cara a las ambiciones de la titular del ejecutivo, forzaron la ruptura del pacto entre ambas formaciones. Con la fecha del 22 de marzo en el horizonte, se pasó a una campaña electoral plagada de mítines, debates, promesas y buenas intenciones por parte de aquellos que no estaban dispuestos a perder su sitio en la mesa parlamentaria o que pretendían sentarse por primera vez.

Haciendo un símil respecto al deporte rey, cada grupo se disputaba su puesto en esta Liga política. El PSOE, y sobre todo su candidata, se jugaba el título en un Campeonato en el que siempre vence y la opción a aspirar a otras competiciones de mayor envergadura; el PP partía con la intención de frenar el desgaste sufrido por su plantilla tras años de buenos resultados en toda España; mientras, IU esperaba repetir la posición de la anterior legislatura para así ser una fuerza a tener en cuenta a la hora de decidir el campeón. Por su parte, la revelación de la temporada, Podemos, presentaba candidatura a todo con la esperanza de mejorar su gran debut en Europa. Para terminar, nos queda el derbi del centro-progresista, o como lo quieran llamar, entre C's y UPyD, siendo el bien de uno el mal de otro. Este duelo se había ido calentando tras rechazar la líder del partido magenta, Rosa Díez, la fusión a nivel nacional.

Si se realiza un frío análisis de los números, este arrojará varias verdades. El socialismo tiene motivos para la esperanza, puesto que a pesar de los escándalos de corrupción y a una gestión de gobierno que deja bastante que desear, se ha mantenido la misma cifra de la anterior legislatura (47 escaños) y la entrada de nuevos rivales no ha hecho mella en sus filas. La imagen de Susana Díaz de cara a un futurible asalto a La Moncloa, queda reforzada al ser la figura mas destacable de un PSOE en horas bajas. El triunfo andaluz será la mejor baza que pueda presentar Ferraz en vista a la inmediata campaña de cara a las elecciones municipales y autonómicas previstas para mayo. La victoria es clara y contundente, pero no debe confundir a nadie, puesto que se ha producido en un tradicional feudo socialista y con un PP en caída libre. Para conocer la realidad absoluta habrá que esperar dos meses.

Si la primera fuerza en la oposición a nivel nacional se felicita, el partido en el poder no puede mas que reconocer una derrota parlamentaria sin paliativos (pasa de 50 a 33). Las políticas de Mariano Rajoy han sido contestadas con un duro revés que no presagia nada bueno y que deja encima de la mesa el cadáver político de Juan Manuel Moreno. Los populares tienen mucho trabajo por delante si pretenden acercarse a los buenos resultados obtenidos en comicios anteriores. Cierto es que la Junta de Andalucía supone una de las plazas que mayores dificultades presentan históricamente, pero de ahí a ser una excusa que explique el bofetón recibido, media mucho.

Las formaciones mas inequívocamente izquierdistas presentan resultados dispares. En el bando tradicional, IU pierde mas de la mitad de los escaños obtenidos en 2012 (pasa de 12 a 5). Las causas son evidentes: el habitual castigo matemático del sistema electoral proporcional, la realidad del voto útil, la fidelidad del voto socialista, y por encima de todo, el auge de Podemos, lo que deja a los de Maíllo un reducido espacio en el sector de la izquierda. El grupo liderado por Teresa Rodríguez impacta en el Parlamento (15 asientos), pero a su vez, deja entrever que las ambiciones de Pablo Iglesias de cara a la presidencia del gobierno de la nación se esfuman. Ambas lecturas, con tono positivo o negativo, son válidas. La voz de Podemos se escuchará, pero por el momento, carecerá de poder de decisión. Veremos como afecta esto a sus aspiraciones en otros territorios y si la amenaza pierde fuerza.

Como ya se ha comentado anteriormente, la lucha entre C's y UPyD sería a muerte. La sorprendente irrupción de los primeros firma la defunción de los segundos en la comunidad andaluza, algo perfectamente extrapolable al conjunto de la nación. La formación naranja, capitaneada por Juan Marín, entra en el Parlamento con 9 escaños, demostrándose así el tirón mediático de la vendida idea regeneracionista de Albert Rivera. Por su parte, su rival magenta pierde mas de 50000 votos, quedándose así muy lejos de obtener asiento. Este caso es similar al de IU-Podemos, el crecimiento de uno ahoga al otro.

En un plano secundario, otros grupos presentan resultados dispares. El antaño fuerte Partido Andalucista, queda como fuerza testimonial al obtener tan solo 60000 votos, la quinta parte de lo cosechado en el año 2000. El PACMA, con su propuesta animalista, multiplica por cuatro sus anteriores sufragios al superar la cifra de 30000. VOX no consigue su propósito de llevarse consigo a la derecha descontenta con el PP, al no llegar a los 20000 votos. La única referencia de componente patriota, FE JONS, mejora sensiblemente (pasa de 2400 a 4800), logrando doblar el sufragio nacionalsindicalista sin apenas medios ni publicidad.

Todo apunta a la formación de un gobierno socialista en minoría, buscando mediante pactos puntuales la estabilidad necesaria para llevar a cabo sus objetivos. El gran problema surge cuando se desconocen las siglas con las que el PSOE podría llegar a acuerdos. Desde IU se ha manifestado no estar dispuestos a acompañar a Susana Díaz una vez mas, mientras que C's se deja querer por todos lados y da una de cal y otra de arena. La novedad naranja se debate entre el acercamiento hacia la derecha o hacia la izquierda, siendo los resultados que arrojen los próximos comicios de mayo una posible solución para el problema.

Desde un punto de vista personal, la situación es francamente adversa para nuestras aspiraciones. Con el aval de la ciudadanía a las políticas ofrecidas durante los últimos 35 años, y la ausencia de formaciones de signo patriota con peso en el Parlamento, la región sureña seguirá con rumbo fijo hacia el imperio de la corrupción, el paro y la falta de desarrollo. La cultura del manquepierda salta en este caso a la política, contando el PSOE con un numeroso y fiel grupo de personas que mantienen vigente la idea de una Andalucía cortijera y clientelar. Sin alteraciones, el primer asalto electoral deja las cosas prácticamente como estaban. Luchemos por cambiar la situación.