domingo, 2 de noviembre de 2014

El 7 de noviembre todos a Ópera

Sobre una palabra maldita de nuestro diccionario cargan todos los males de España. "Crisis", seis letras que soportan el estado de absoluta decadencia y desilusión que vive nuestra patria. Pero realmente, ¿qué es la "crisis"? ¿Es una simple situación económica? La respuesta esta clara, no. Que las neveras se vacíen, que los puestos de trabajo desaparezcan y que las desigualdades sociales aumenten, solo es la punta del iceberg de una cuestión de raíz. Los problemas no aparecen por si solos ni de la noche a la mañana, años de gestiones nefastas, proyectos absurdos y rapiñas constantes por parte de un Sistema podrido, son los responsables locales de la "crisis".

Y si, Sistema con mayúsculas. Con esta denominación se pretende aglutinar todo lo que algunos nombran con otra palabra de moda que no es preciso citar. Hay que partir de una base, la independencia nacional es solo figurativa. El valor de nuestros productos se rige por el Mercado Común y por la globalización imperante, nuestras finanzas fluctúan al son que marcan los intereses extranjeros, nuestros valores tradicionales han sido reemplazados por campañas de publicidad e intereses ocultos,  nuestro propio Ejército se encuentra subordinado a estructuras de mando internacionales...y así podríamos rellenar este texto y muchos más con ejemplos de la dependencia total del exterior.

Esas fuerzas, tan lejanas en cuanto a la distancia como cercanas en cuanto a su dominio, son las mas interesadas en mantener el Sistema corrupto, traidor y manipulado que soportamos. Los medios de comunicación son la imagen y la influencia de los lobbies que realmente ocupan el poder en este país. Los altos representantes políticos son simples marionetas domesticadas que realizan todo tipo de esfuerzos para complacer a sus amos, olvidando el principio básico mediante el cual ocupan su puesto, que no es otro que el de servir a España y a sus ciudadanos. A tantos a los que se les llena la boca al hablar de dictaduras pasadas, convendría hacerles un examen de conciencia y descubrir para quien trabajan realmente.

La última, la cuestión catalana. Tras años de arrebatar competencias una tras otra al Estado con la connivencia de este, de manipular la información y la educación, de condicionar los Presupuestos Generales del Estado a su antojo, parece ser que algunos se deciden por la ruptura total. Hasta ese punto, el del interés de unos cuantos por seguir llenándose los bolsillos, la situación es comprensible. Pero que una parte de las clases trabajadoras se presten al juego y aplaudan, y lo que es mas bochornoso, que el Gobierno central no sea capaz de tomar una determinación y de actuar con firmeza, roza lo esperpéntico. ¿A quién se le respeta fuera de casa cuando no es capaz de poner orden en la suya propia?

Muchas personas, dejándose engañar de manera mas o menos consciente, repiten las consignas de los mismos individuos que se muestran incapaces de encontrar otra salida a sus problemas, que la del camino de la secesión. No contentos con echarle un pulso al Estado, adoctrinan a sus fieles con alardes de imaginación tales como el de inventarse historias de una supuesta Patria catalana que jamás ha existido. La "crisis" que padecemos actualmente es el origen del rebrote independentista, tal y como lo fue la pérdida de las colonias americanas en 1898, cuando la burguesía catalana, rabiosa al quedarse sin ese jugoso mercado, alentó un furor nacionalista que arrastramos desde entonces, siempre y cuando les afecte a a su patrimonio. En definitiva, puro negocio.

Por todo ello, los españoles que todavía tienen la esperanza de poder serlo y el sentimiento de querer serlo, deben reaccionar. Su opinión y su presencia tiene que hacerse notar antes de que sea demasiado tarde. Bajo la bandera rojigualda que nos hermana a todos, sin los rencores propios de los distintos signos políticos, esta es la primera batalla que se nos presenta en la Reconquista del Estado. Para cambiar la situación, primero hay que empezar por nosotros mismos. Español, sal a la calle y deja atrás tus complejos, tu patria te necesita mas que nunca.

A.Serrano