En
estas fechas tan señaladas y especiales en las que nos reunimos con la
familia y con los amigos, parece como si naciera en nosotros una alegría
olvidada hace algún tiempo. Esa alegría que se ha ido marchitando a lo
largo del año al ver como nuestra patria cada día esta mas cerca del
precipicio, al ver como las calles de nuestras ciudades están cada día
mas llenas de gente necesitada, al ver cada día como los políticos le
han dado la espalda a la nación a la que juraron servir, pero estas
fechas tienen algo especial, una fuerza muy poderosa con la que nuestros
opositores quieren acabar.El protagonista de la Navidad no es Papa Noel, ni los Reyes Magos, ni los regalos, tampoco es un tiempo de vacaciones casual ni mucho menos laico. El capitalismo está logrando dejar en un segundo plano la esencia de la Navidad, sustituyendo la celebración del nacimiento de Dios por una fiesta de consumo en la que Dios ya no cuenta para nada mas que para decorar un belén. Celebramos el cumpleaños de Dios pero sin Dios, reclamamos vacaciones por el nacimiento de Dios pero en estas vacaciones Dios está absolutamente desterrado ¿Por que?
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